My happy family



My happy family

My happy family es una película georgiana del 2017 que cuenta con muy buenas actuaciones y unas escenas de cámara que nos permiten seguir a los personajes en secuencias largas donde notamos la naturalidad de sus interpretaciones.

La película nos cuenta la historia de Manana una mujer de 52 años que trabaja como profesora de literatura y de como se va dando cuenta de lo rutinaria que es su vida en casa con toda su familia, su esposo que parece no escucharla ni prestarle demasiada atención, sus hijos que a pesar de ser ya maduros siguen viviendo en casa e incluso uno de ellos vive con su pareja; y por ultimo su madre, una mujer mayor que quiere tener el control del hogar y siempre se la pasa gritando con cualquiera que se atreva a contradecirla.



Manana cansada de toda esta rutina: con su madre malhumorada todo el tiempo, los hijos más pendientes de sus celulares que de lo que está pasando en casa, el esposo organizándole su fiesta de cumpleaños con amigos aún sabiendo que su esposa no quería eso; todo el ruido, el hablar de tantas personas al mismo tiempo y el sentirse no escuchada ni valorada la orillan a tomar una decisión: mudarse a un pequeño departamento para ella sola. 

Todo se viene abajo en casa y se preguntan porqué tomo esa decisión, pero Manana solo piensa en su tranquilidad, en su descanso y en su espacio. A pesar de decirles que no los abandona que simplemente necesita un lugar para ella misma, la familia no termina por comprender su decisión e incluso mandan a su hermano para platicar con ella y convencerla de que regrese a casa.



La película me gustó muchísimo por el simple hecho de ver como Manana comienza a vivir y disfrutar de las cosas más banales como la escena donde va pasando por un mercado en la calle y decide pararse a comprar unas frutas que simplemente se le antojaron, comienza a hacer cosas para ella misma, se toma unos minutos para comer tranquila, prepara la comida que le gusta y está sola con ella misma. Incluso se reencuentra con compañeros de su escuela y va a una reunión donde de igual manera la vemos muy desestresada y liberada.

Muchas veces creemos que lo que vivimos en el día a día ya es parte de nuestra rutina y que no podemos hacer nada para cambiarlo, cuando en nosotros mismos está el poder tomar una decisión y cambiarlo todo. Manana no deja jamás a su familia, es decir que no de divorcia de su esposo, incluso la relación con su hija se vuelve más fuerte. Ella solo necesitaba un lugar con un ambiente diferente, sin dejar de responsabilizarse por su familia. Un sitio distinto a lo que vivía todos los días y lo consiguió, incluso diría que le ayuda a encontrarse con ella misma y ser apreciada por su familia.



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